Luego de décadas de bajo impacto de la producción cinematográfica de Nuevo León, a partir del año 2001 emergió un movimiento que a la vuelta de seis años llegó a colocar a este estado como el segundo polo de producción de cine en nuestro país y como un modelo a nivel nacional en lo referente a la organización de los artistas y la consecución de fondos públicos para la creación filmica.

 Varias de las películas realizadas por nuevoleoneses entre el 2001 y el 2007 ganaron importantes premios: la película "Así" de Jesús Mario Lozano fue la única película mexicana seleccionada en competencia en el Festival de Cine de Venecia en el 2005 y el documental "De Nadie" de Tin Dirdamal ganó el Ariel y el Premio del Público en Sundance en 2006.

Las realizaciones nuevoleonesas del año 2004 y 2006 representaron el 20 por ciento de la producción nacional mexicana, lo que colocó a Nuevo León como el estado con mayor creación filmica después de la ciudad de México. Y en el contexto del debate por la cultura nacional, los cineastas organizados de Nuevo León logramos presencia nacional al participar con planteamientos para el actual plan nacional de Cultura, así como en el impulso y aprobación del estimulo fiscal del Art. 226 de la ley del ISR que permite a la iniciativa privada invertir sus impuestos en la producción cinematográfica y en 2006 conseguimos que el Congreso de la Unión aprobara la primera partida presupuestal directa para apoyar el cine de una región.

 Pero ¿cuáles fueron los factores que confluyeron para propiciar este desarrollo y qué relación tienen con una determinada visión cultural o política?

 La notable presencia del cine de Nuevo León de los últimos años en el contexto local, nacional e internacional fue posible gracias a la iniciativa de cineastas que llevaron adelante sus proyectos fílmicos y también fue el resultado de un esfuerzo colectivo de organización de los cineastas y de su activa participación en la toma de decisiones de las políticas culturales de este estado y de México.

 Este proceso de organización inició en 2001 con la integración de los realizadores fílmicos de Nuevo León en un Gremio de Cineastas que se propuso como tarea inicial la creación de apoyos gubernamentales y privados para financiar la cinematografía local. Por medio de la elección de su primer representante (honor que me tocó a mí desempeñar por seis años, ya que fui electa y reelecta para un segundo periodo), los cineastas nuevoleoneses iniciaron su participación en la toma de decisiones de las políticas públicas de cine con una agenda de proyectos nutrida y ambiciosa.

 Y esto fue posible debido a que en Nuevo León existe una Ley aprobada por el Congreso local –impulsada por la comunidad artística local- y que creó al Consejo para la Cultura y las Artes (CONARTE), y que faculta a los artistas de esta entidad a tomar parte directa en la toma de decisiones de las políticas culturales de esa entidad.

 Esta Ley dota al órgano máximo de Cultura de nuestra entidad (CONARTE) con la forma de un Consejo con una estructura horizontal que tiene como propósito garantizar un proceso democrático en la toma de decisiones es única en México. El CONACULTA, en cambio, aunque tiene también el nombre de Consejo, es en realidad un organismo vertical donde no hay participación de los artistas en la toma de decisiones y los consejeros son nombrados de manera discrecional por el presidente. Así que desde ese punto de vista, nuestro Consejo es único en el país.

 En CONARTE 12 de las 26 posiciones del Consejo son nombradas por los artistas, quienes eligen mediante votación directa a su representante en las áreas de Cine, Música, Teatro, Artes Plásticas, Literatura, Fotografía y Danza.

 Claro que el hecho de que las leyes estén escritas y aprobadas no quiere decir que los funcionarios en turno las acaten siempre y de buena gana; en la tradición vertical autoritaria de nuestro sistema político mexicano, estructuras horizontales como la deCONARTE vienen a ser una amenaza para los funcionarios acostumbrados a ejercer su autoridad sin consultar a nadie y a disponer del presupuesto público como su patrimonio personal.

 Los mejores tiempos de Conarte han sido sin duda durante la presidencia de Alejandra Rangel, quien con una verdadera formación intelectual y sin la necesidad de los favores del poder, abrazó la vocación democrática del Consejo y dio paso a la cimentación de una estructura horizontal en la toma de decisiones.

 Durante la presidencia de Carolina Farias la vena autoritaria empezó a hacerse notar, intentó expulsarme por participar en la defensa de los derechos de autor, un desplegado publicado por Víctor Hugo Rascón y la SOGEM en mi defensa y en su contra la hizo desistir del intento. Aunque hay que reconocer que en la época de Carolina el Conarte seguía siendo eficiente y cumpliendo en sus plazos de operación de proyectos y convocatorias; luego, nunca mas.

 En la administración del maestro Alfonso Rangel los poderes paralelos de Rosa Loyola generaron los conflictos mas escandalosos de Conarte (hasta ese momento, luego los igualarían la desaparición de los lienzos de Ramos Martínez) con la asignación ilegal de 10 millones de pesos de manera discrecional y sin la autorización del pleno del Consejo.

 Pero el hecho de que las leyes existan da la posibilidad a los ciudadanos de invocarlas y hacer que se respeten, y en aquel 2004 de la ignominia administrativa de Conarte, los 12 consejeros representantes de los artistas hicimos un frente común, encontramos cheques probatorios y dimos conferencia de prensa a pesar de la amenaza institucional de que iríamos a la cárcel en caso de que difundiéramos la información al publico. Los cheques de la impunidad aparecieron a página completa en la prensa y no hubo ninguna acción legal en nuestra contra (¡nada mas eso faltaba!); los 10 millones se reintegraron bajo el argumento de que "siempre estuvieron ahí" y finalmente la señora Loyola fue removida de su posición en el CONARTE.

 Luego vino la administración de Romeo Flores Caballero en la que después de un enfrentamiento entre presidencia y consejeros en la primera junta del pleno, se dieron algunos momentos de diálogo constructivo y otros no tanto.

 En el nuevo periodo de consejeros, con Romeo todavía al frente, muchas decisiones se han tomado sin ser consensadas, no sin la complicidad de algún consejero que ha olvidado su compromiso con sus representados y ha preferido apoyar al poder institucional, como Rodrigo González, ex vocal de Cine y ahora funcionario de Conarte. Hecho que sin embargo no ha sido impune y que le ganó a Rodrigo González el repudio de la mayoría de sus agremiados y la consiguiente petición de renuncia, y que en este momento ha generado otra movilización para pedir también su remoción como titular de la nueva oficina de Cine de Conarte.

 Pero la expresión manifiesta sobre las situaciones que nos inconforman y la voluntad colectiva de cambio han sido un signo permanente en el Gremio de Cineastas durante los siete años que tiene de funcionar.

 Durante los seis años que tuve el honor de estar al frente de los cineastas de Nuevo León defendimos nuestro derecho a participar en la toma de decisiones y con la ley en la mano logramos abrir espacios y que se autorizaran apoyos para los cineastas de nuestro estado.

 Mediante una dinámica de permanente consenso en juntas del gremio y por votación directa se tomaban las decisiones entre los agremiados y luego a mí como representante me tocaba exponer y defender esas decisiones colectivas en las juntas plenarias del Consejo.

 ego de seis años de haber estado al frente de mis compañeros es una satisfacción recordar que la gran mayoría de nuestras propuestas y proyectos fueron aprobados, debido a que había el respaldo de una colectividad de cineastas unidos.

 En este marco jurídico, los cineastas de Nuevo León, facultados por el Congreso local para tomar parte en la toma de decisiones del CONARTE, hicimos la propuesta de la creación del Fondo de Promoción al Cine de Nuevo León (PROMOCINE), el cual es un fideicomiso que opera con recursos estatales y que tiene como objetivo apoyar exclusivamente la producción de los cineastas nuevoleoneses.

 No fue una propuesta que se aceptó de inmediato, por dos años fue necesaria una tarea de sensibilización en la opinión pública y ante las autoridades de Cultura.

 En 2002, al tiempo que en el Gremio de Cineastas continuábamos la lucha por un fideicomiso local de producción, también nos involucramos en el debate nacional de los derechos culturales. Un capítulo fue la defensa del estímulo fiscal para los derechos de autor, donde junto con el presidente de la Sociedad de Escritores de México, Víctor Hugo Rascón Banda y las demás sociedades autorales del país, una gran cantidad de creadores de Nuevo León firmamos el manifiesto de Donceles, documento histórico por la lucha de los derechos autorales. Esta lucha tuvo éxito y se recuperó una parte importante de la exención autoral en beneficio de los creadores.

 En 2003 como Gremio de Cineastas de Nuevo León realizamos el primer Encuentro Estatal de Cineastas, donde se mostró a nuestra comunidad y autoridades locales que sí había nuevoleoneses formados profesionalmente como cineastas, algunos en escuelas muy prestigiadas a nivel internacional e incluso ganadores de importantes premios como Arturo Ruiz Esparza que había recibido el Oscar Universitario por su película "El Matador", el caso de Víctor Saca que había ganado un Ariel por su cortometraje "Laudate Pueri" y en mi caso, que tuve la oportunidad de estudiar en la Escuela de Cine EICTV de la fundación presidida por García Márquez, y que mi documental "Vu cumpra no tiene sentido" se había ganado el premio "Espiga de Oro" de la organización italiana Cine por la paz. Esta actividad, que era también una demostración de fundamentos, tuvo un fuerte impacto en la comunidad y en las autoridades de Cultura, y finalmente fue aprobada la creación y los recursos económicos del Fideicomiso Estatal Fondo de Apoyo a la Producción Cinematográfica de Nuevo León, PROMOCINE en abril del 2003.

 A la fecha nuestro PROMOCINE ha apoyado cuatro películas de largometraje de ficción, dos películas de largometraje documental y 15 películas de cortometraje.

 El fideicomiso PROMOCINE es ahora un modelo a seguir en todo el país pues es el único fondo en México que existe para apoyar la producción cinematográfica de un estado. Ofrece apoyos para la producción en las modalidades de cortometraje, largometraje de ficción, largometraje documental y postproducción de largo.

 La presencia e importancia del fideicomiso PROMOCINE quedó de manifiesto en el Festival Internacional de Cine de Monterrey 2008, pues en la competencia por el Premio Mejor Largometraje de Nuevo León, de los seis largometrajes en concurso, cuatro fueron producidos por el PROMOCINE, y el ganador fue uno de esos cuatro, la película "Flores para el soldado" dirigida por Javier Garza e Iván García.

 Con esta descripción de la organización y activismo de los cineastas nuevoleoneses y la relación que existe con el aumento de la producción fílmica local en Nuevo León, queda de manifiesto que las estructuras de las instituciones públicas de Cultura y las políticas que de ellas emanen tienen una relación directa con los índices de producción fílmica de un estado o nación y en general con su producción cultural.

 Queda claro también que una estructura horizontal en la toma de decisiones como la que posee CONARTE, bien defendida permite una dinámica más democrática y una nueva relación poder ↔ideología ↔discurso, que puede ser la alternativa para producir un cine más representativo de nuestra diversidad y con fortaleza para recuperar nuestras pantallas cinematográficas.

 La Ley y estructura de CONARTE son un gran logro en materia de CULTURA en Nuevo León. Pero las leyes hay que defenderlas y hacer que se cumplan, asimismo son perfectibles y nuestra Ley de Cultura tiene todavía muchas lagunas e imprecisiones.

 Es necesario trabajar en reformas a la Ley y Reglamento de CONARTE, que sean producto de una amplia consulta pública, es necesario la realización de un Foro Público de Revisión y Consulta sobre la Ley de Conarte y las Políticas Culturales de Nuevo León.

 

Marzo de 2009.

 

(Imagen tomada de Internet / Derechos reservados por el autor)